La psoriasis es una enfermedad cutánea, es decir de la piel, que aparece como consecuencia de una disfunción en el sistema inmune, es de larga duración, no tiene cura. Provoca irritación, manchas rojas y escamas plateadas que pican, puede llegar a desarrollarse en cualquier parte del cuerpo, principalmente en los codos, las rodillas, el tronco, el cuero cabelludo y tiene la posibilidad de afectar uñas y articulaciones, con parches gruesos; tiende a tener ciclos de brotes, duran semanas, meses y luego disminuye, pero cada paciente lo desarrolla de manera particular. No es una enfermedad contagiosa ni hereditaria, aunque en las personas que lo padecen suele existir predisposición genética, pero están involucrados otros factores. 

La dermatitis atópica es la enfermedad más común y más frecuente en niños, se considera que afecta a un 20% de los niños, es decir 2 de cada 10 niños pueden tener dermatitis atópica y es una enfermedad que tienen un componente genético ambiental y multifactorial ¿a qué nos referimos con esto? Los pacientes con dermatitis atópica, porque así viene determinado genéticamente, tienen una predisposición genética a ser pacientes que son de piel muy seca y piel que se inflaman fácilmente, esto ocurre porque no producen una sustancia que se llama factor de humectación natural y esa sustancia lo que hace es mantener la piel hidratada.

La dermatitis atópica es la enfermedad más común y más frecuente en niños, se considera que afecta a un 20% de los niños, es decir 2 de cada 10 niños pueden tener dermatitis atópica y es una enfermedad que tienen un componente genético ambiental y multifactorial ¿a qué nos referimos con esto? Los pacientes con dermatitis atópica, porque así viene determinado genéticamente, tienen una predisposición genética a ser pacientes que son de piel muy seca y piel que se inflaman fácilmente, esto ocurre porque no producen una sustancia que se llama factor de humectación natural y esa sustancia lo que hace es mantener la piel hidratada.

La psoriasis es una enfermedad cutánea, es decir de la piel, que aparece como consecuencia de una disfunción en el sistema inmune, es de larga duración, no tiene cura. Provoca irritación, manchas rojas y escamas plateadas que pican, puede llegar a desarrollarse en cualquier parte del cuerpo, principalmente en los codos, las rodillas, el tronco, el cuero cabelludo y tiene la posibilidad de afectar uñas y articulaciones, con parches gruesos; tiende a tener ciclos de brotes, duran semanas, meses y luego disminuye, pero cada paciente lo desarrolla de manera particular. No es una enfermedad contagiosa ni hereditaria, aunque en las personas que lo padecen suele existir predisposición genética, pero están involucrados otros factores.